Playas, templos, montañas, lagos y festivales donde la música es protagonista. El verano despierta algunas de las vibras más lindas del año y estos son algunos destinos sudamericanos para poder vivirlas. 

El verano está llegando a Sudamérica, y con él la promesa de aventuras bajo el sol y experiencias memorables en destinos impresionantes. Desde las majestuosas montañas de Bariloche en Argentina hasta las mágicas Islas Galápagos en Ecuador y el encanto histórico de Cartagena de Indias en Colombia, te invitamos a un viaje a través de cinco destinos que te harán abrazar la temporada veraniega como nunca antes:

1. Río de Janeiro, Brasil

Sambas, alegría, fútbol, gastronomía, playas y fiestas. ¿Hay algo que supere ese listado? Porque Río de Janeiro lo tiene todo. Desde cultura, pasando por relax y arista nocturna activa. La capital de Brasil es sinónimo de verano y sabe cómo vivirlo al máximo. Ipanema y Copacabana son, quizás, las playas más famosas del destino, así que disfrutar de su arena y la calidez de sus aguas es condición. La energía carioca es contagiosa y se vive no sólo surfeando sus olas o tomando algo en sus playas; el Cristo Redentor y el Pan de Azúcar ofrecen vistas panorámicas que te dejarán sin aliento. Además, el carnaval de Río, que generalmente ocurre en febrero o marzo, es una fiesta sin igual que combina música, baile y color en las calles de la ciudad.

2. Machu Picchu, Perú

Directo al corazón de los verdaderos aventureros, esos que sienten la adrenalina a flor de piel y disfrutan de la naturaleza. Machu Picchu es, a sabiendas del mundo entero, un destino que aparece en cualquier lista viajera. Y el verano resulta un momento ideal para poder acercarse a vivir la joya arqueológica de los Andes peruanos. Escondidas entre montañas y nubes se encuentran las ruinas de una ciudad inca del siglo XV, con algunas estructuras intactas. La magia que se vive cuando se llega a la cima del recorrido es única: la conexión con el lugar es un privilegio y los días de caminatas valen la pena cuando se admira uno de los paisajes más imponentes que existen en el globo. 

3. Cartagena de Indias, Colombia


En la costa caribeña de Colombia, Cartagena de Indias es un destino que combina el encanto histórico con la belleza playera. Durante el verano, el sol brilla en todo su esplendor y las playas de aguas cálidas se vuelven irresistibles. El casco antiguo de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, te transportará en el tiempo con sus calles adoquinadas, casas coloniales y fortalezas imponentes. Además de explorar la historia, se puede disfrutar de la animada vida nocturna y de la deliciosa gastronomía local. Para una experiencia única se pueden conocer las Islas del Rosario, un paraíso cercano con aguas cristalinas y arrecifes de coral que surgen al turista en un mundo subacuático de colores y vida marina.

4. Bariloche, Argentina

Un cuento de hadas en plena Patagonia argentina. Bariloche se presenta como un paraíso terrenal. En el invierno se disfrutan los deportes de nieve, pero en verano sus lagos cristalinos, bosques frondosos y montañas imponentes se visten de colores vibrantes. En esta temporada, las actividades al aire libre se multiplican: desde el senderismo hasta el kayak, pasando por la pesca en los lagos. La ciudad, con su arquitectura alpina, es perfecta para pasear y disfrutar de la gastronomía local, donde el chocolate es una deliciosa tentación. Pero el punto culminante es el Circuito Chico, un recorrido escénico que te llevará a miradores panorámicos, como el Cerro Campanario, donde podrás maravillarte con las vistas más impresionantes de la región.

5. Galápagos, Ecuador

En medio del océano Pacífico, las Islas Galápagos son un tesoro natural que brilla aún más durante la época estival. Este archipiélago ecuatoriano permite explorar las maravillas del mundo submarino, desde nadar con tortugas gigantes hasta bucear junto a tiburones martillo y mantarrayas. Las playas de arena blanca y las formaciones rocosas únicas recibirán con calidez a quien se aventure en sus tierras. Pero no todo es mar: los senderos llevan a encuentros inolvidables con iguanas marinas, leones marinos y aves exóticas. La temporada veraniega es el momento perfecto para disfrutar de la observación de vida silvestre, cuando muchas especies se reproducen y muestran su esplendor.

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