Sumérgete en un viaje fuera de lo común y explora los rincones menos conocidos de Europa. Desde encantadores pueblos escondidos en las montañas hasta sitios históricos poco visitados. El castillo de Neuschwanstein en Alemania, el de Bran en Rumania, el de Edimburgo en Escocia, el de Carcasona en Francia, Windsor en Inglaterra, Malbork en Polonia y Predjama en Eslovenia. ¿Estás listo? Comencemos este viaje al pasado:

Castillo de Neuschwanstein, Alemania

¿Sabías que inspiró el diseño de varios castillos de cuentos de hadas? Incluidas las famosas fortalezas de la Bella Durmiente y la Cenicienta. Incluso fue nominado para integrar la lista de las 7 maravillas del mundo moderno. Y casi lo es, pues quedó octavo. Una curiosidad: aunque no está permitido sacar fotos ni filmar en el interior, es el monumento más fotografiado del país por las imágenes que se hacen de su exterior

A pesar de su aspecto medieval, está equipado con tecnología moderna de la época como calefacción central y agua corriente caliente. Fue construido por el rey Luis II de Baviera, mejor conocido como el Rey Loco por sus conductas extrañas. Una pena que nunca llegó a verlo finalizado. 

Castillo de Bran, Rumania

¿Eres fanático del terror? Dile hola a tu castillo preferido. Una joyita histórica y arquitectónica de Rumania mejor conocida como el Castillo de Drácula por algunas similitudes con la novela irlandesa que creó Bram Stoker. Tiene que ver con su estilo gótico y su ubicación en una colina rocosa de las montañas de los Cárpatos. Está ubicado cerca de Bran - en el condado de Brașov y, claro, es uno de los patrimonio culturales del país.

Actualmente es sede de eventos y exposiciones especiales, que van desde muestras de arte hasta exhibiciones relacionadas con la historia y la leyenda de Drácula. 

Castillo de Edimburgo, Escocia

Aunque no muchos lo saben, se posa sobre un volcán extinto. Más precisamente en lo alto de una de las 7 colinas de la ciudad. Y por su majestuosidad domina el horizonte de Edimburgo. Es que claro, se trata de uno de los castillos más icónicos de Escocia. Y para seguir enamorando a sus visitantes, con sus 130 metros de altura sobre el nivel del mar, regala una de las mejores vistas de la ciudad. Con postales 360 hacia los edificios medievales de la zona y más. 

Si bien hoy es un monumento nacional, museo y la atracción turística de pago más visitada de Escocia entera, supo ser la residencia real, una prisión y guarnición del ejército a lo largo de su historia. Lo que uno diría un castillo versátil.

Un tip: el 30 de noviembre, día de San Andrés - el patrón nacional de Escocia - la entrada al castillo es gratiss

Castillo de Carcasona, Francia

Carcasona es, tan solo, la ciudad fortificada más grande de Europa. Sus murallas están intactas y fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1997. ¿Ya te convencimos? Tiene sentido. Tan bien conservados están los rincones de su castillo que te sentirás junto a Marty McFly como un viajero en el tiempo. Es tal el espíritu medieval que también fue escenario de películas varias. Entre ellas “Robin Hood: Príncipe de los ladrones” con Kevin Costner.

Estamos hablando de una locación que tuvo un papel clave en la defensa de la frontera entre Francia y España y fue un importante centro estratégico desde la época romana. Si te gusta la historia, es por aquí. 

Castillo de Windsor, Inglaterra

Posee el título al castillo habitado más antiguo del mundo y, a diferencia de los otros, sigue siendo una residencia real. Sin embargo, originalmente no estaba destinado a serlo. De hecho, la idea fue construirlo como fortaleza estratégica para la supervisión del Támesis y la defensa de Londres. Hoy es oficialmente una de las residencias más grandes del mundo, con alrededor de 1000 habitaciones y 45.000 m². En línea con esto, su sala mayor puede acomodar hasta a 800 personas y se estableció como la Capilla de San Jorge. Por eso fue sede de muchas bodas reales - como la de Harry y Megan en 2018.

Cuando Londres y el Palacio de Buckingham fueron bombardeados durante la Segunda Guerra Mundial, aquí esperaban las Princesa Isabel y Margarita. Dicen que era uno de los lugares favoritos de la reina Isabel. Tanto así que en 1952 lo declaró como su principal retiro de fin de semana. 

Castillo de Malbork, Polonia

Es el castillo de ladrillo más grande del mundo y un ejemplo increíble de la arquitectura gótica. Está situado en una ciudad pequeña cerca de Gdansk y puedes acceder en tren. Si bien fue construido por los Caballeros Teutones - una orden de cruzados que dominaba la zona por aquél entonces - luego pasó a estar en manos del Reino de Polonia. Lamentablemente el 80% del castillo fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Pero desde ese entonces se iniciaron los trabajos de restauración y hoy es Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Como ya te lo hemos dicho es una fortaleza muy grande, así que recomendamos que le dediques al menos 3 horas y media a tu visita. 

Castillo de Predjama, Eslovenia

¿Su mayor peculiaridad? Está construido dentro de una cueva. Y esa misma extrañeza lo empujó a coronarse según el Guinness World Record como el mayor castillo del mundo en una cueva. Hoy en día, la entrada al castillo implica pasar por un puente levadizo. La historia de su ocupante más famoso, el caballero Erasmo de Predjama, es la base de muchas leyendas eslovacas.

¿Dato? Los últimos propietarios de Predjama, la familia Windisch-Grätz tienen en su escudo un lobo, el sello de la casa noble de los Stark. 

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